El papel del docente en la educación del S.XXI
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Figura1. Lidia. (2021, 29 diciembre). ¿Mejora la tecnología el aprendizaje? Claves del uso de las TIC en la educación - Activa. |
Con la entrada de las nuevas tecnologías, se ha producido un gran cambio a la hora de acceder a la información. Con ello, la sociedad ha progresado a gran velocidad y se genera la necesidad de que la educación y el rol del docente se adapte y progrese a la vez que las tecnologías, para que no quede atrás en el tiempo con los mismos modelos pedagógicos que ya van quedando obsoletos. “La integración de las nuevas tecnologías a la educación ha supuesto cambios en el currículo, en los centros educativos y sus instalaciones, en los roles del alumnado y el profesorado, etc. Ahora bien, la realidad actual de las aulas demuestra que en su mayoría las nuevas tecnologías han implicado una innovación tecnológica, pero no ha ido acompañada de una innovación pedagógica” (Calero, 2019, párr. 2). El gran inconveniente de este gran cambio a la hora de acceder a la información mediante las nuevas tecnologías, es que el alumnado se sitúa enfrente de una gran cantidad de información que, en muchos casos, no sabe procesar, por lo que hace necesario un constante cribado de toda esa información, y aprender el saber distinguir aquella que proporciona contenido de calidad. Es ahí, en este contexto, donde el docente debe replantearse su rol como docente.
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Figura2. Docente 2.0: El papel de las TIC en la educación. (2016). Red Social.Rededuca. |
Compartiendo la opinión de García (2023) “El nuevo papel del docente no debe centrarse tanto en “enseñar” conocimientos, sino ayudar a los alumnos a construir su propio conocimiento, con nuevas funciones docentes y con una nueva filosofía que podríamos llamar: Aprender a aprender” (párr. 17). Además deben enseñar a los alumnos habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la comunicación eficaz y habilidades de colaboración en equipo, todas muy importantes en el progreso del mundo actual.
En resumen, el docente del siglo XXI juega un papel fundamental en la formación de los estudiantes, utilizando de manera eficaz las nuevas tecnologías para mejorar los procesos educativos y preparar a los estudiantes para afrontar los desafíos del mundo actual. En definitiva, éste es el perfil del docente en la escuela del siglo XXI: un facilitador del aprendizaje, un guía que procura que el estudiante sea activo en su formación, un profesional que asume la responsabilidad de promover las habilidades que cada uno de sus estudiantes necesita para poder afrontar los retos que le toca en su momento; Un papel que exige de una formación continua y una actitud abierta a la innovación y al cambio en el docente. Me gustaría acabar esta reflexión con una frase de Beteta, (2012) que creo que es muy acertada: “El principio a seguir es adaptar las TIC a la enseñanza, no la enseñanza a las TIC”.
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